"The help" (Kathryn Stockett, 2009)/ 
"The help" (Tate Taylor, 2011)


Skeeter, de veintidós años, ha regresado a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Misisipi. Pero como estamos en 1962, su madre no descansará hasta que no vea a su hija con una alianza en la mano. Aibileen es una criada negra. Una mujer sabia e imponente que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras perder a su propio hijo, que murió mientras sus capataces blancos miraban hacia otro lado, siente que algo ha cambiado en su interior. Se vuelca en la educación de la pequeña niña que tiene a su cargo, aunque es consciente de que terminarán separándose con el tiempo. Minny, la mejor amiga de Aibileen, es bajita, gordita y probablemente la mujer con la lengua más larga de todo Misisipi. Cocina como nadie, pero no puede controlar sus palabras, así que pierde otro empleo. Por fin parece encontrar su sitio trabajando para una recién llegada a la ciudad que todavía no conoce su fama. A pesar de lo distintas que son entre sí, estas tres mujeres acabarán juntándose para llevar a cabo un proyecto clandestino que supondrá un riesgo para todas. ¿Y por qué? Porque se ahogan dentro de los límites que les impone su ciudad y su tiempo. Y, a veces, las barreras están para saltárselas.

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Sinopsis: Skeeter, de veintidós años, ha regresado a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Misisipi. Pero como estamos en 1962, su madre no descansará hasta que no vea a su hija con una alianza en la mano. Aibileen es una criada negra. Una mujer sabia e imponente que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras perder a su propio hijo, que murió mientras sus capataces blancos miraban hacia otro lado, siente que algo ha cambiado en su interior. Se vuelca en la educación de la pequeña niña que tiene a su cargo, aunque es consciente de que terminarán separándose con el tiempo. Minny, la mejor amiga de Aibileen, es bajita, gordita y probablemente la mujer con la lengua más larga de todo Misisipi. Cocina como nadie, pero no puede controlar sus palabras, así que pierde otro empleo. Por fin parece encontrar su sitio trabajando para una recién llegada a la ciudad que todavía no conoce su fama. A pesar de lo distintas que son entre sí, estas tres mujeres acabarán juntándose para llevar a cabo un proyecto clandestino que supondrá un riesgo para todas. ¿Y por qué? Porque se ahogan dentro de los límites que les impone su ciudad y su tiempo. Y, a veces, las barreras están para saltárselas.

Reseña: En marzo de 1955, Claudette Colvin, una joven estudiante afroamericana de Alabama, se negó a ceder su asiento a una pasajera de raza blanca. Nueve meses después, Rosa Parks repitió el gesto. Aquello serviría de precedente para terminar con la discriminación en el transporte público interestatal, entre los jóvenes que secundaron el boicot se encontraba el joven reverendo Martin Luther King, Jr.

La lucha contra la segregación racial estadounidense la conforman cientos de historias anónimas que no trascendieron a los medios de comunicación ni a la opinión pública, y, sin embargo, fueron determinantes para conseguirla.


Kathryn Stockett realiza su particular homenaje con The help y, al igual que sus personajes, conoció el rechazó antes de conseguir publicar su novela, siendo rechazada en más de 60 editoriales antes de conseguir encontrar una representante dispuesta a darle una oportunidad. Sorprende comprobar los paralelismos con la historia de Skeeter y alguno no podrá evitar preguntarse hasta qué punto la autora se ha reflejado en su persona. Sin embargo, esa es otra historia.

En pleno corazón del Mississippi más conservador y caucásico conocemos a Aibeelen y Minny, dos criadas que trabajan al servicio de varias señoras, gracias un nuevo tipo de esclavitud socialmente aceptada, pero no demasiado diferente de aquella donde predominaban las cadenas o los latigazos, siendo sustituidos por la indiferencia ante su situación o los abusos de otra índole. Las torturas ya no dejan una huella visible, pues no son físicas, sino psicológicas. El objetivo es el menosprecio de un colectivo social, para prolongar unas diferencias que, en realidad, solo existen en la mente de aquellas personas que las establecen.


Una situación de desamparo y vergüenza reflejada a través de un testimonio de Aibeelen:

«Esa mañana, después de que me despidieran, regresé a casa y me quedé en la calle, delante de la puerta, mirando mis zapatos nuevos. Unos zapatos que le habían costado a mi mamita lo mismo que la factura de la luz de un mes. Supongo que entonces comprendí lo que significaba la vergüenza y cuál era su color. La vergüenza no es negra como la suciedad, como siempre había creído. La vergüenza es del color de ese nuevo uniforme blanco que, para poder pagarlo, tu madre se ha pasado toda la noche planchando. Blanca sin una sola mota, ni una mancha. Inmaculada.»


El regreso de Skeeter, una joven inconformista y rebelde, con ideas demasiado modernas para la tradicional comunidad en la que siempre ha vivido, representa el inicio de un cambio necesario desde hace mucho tiempo, aunque ello le suponga el rechazo de sus amistades y la incomprensión de su propia familia. De hecho, este personaje acaba adquiriendo mayor protagonismo que las anteriores. Algunos aspectos como la tormentosa relación con su madre, sus problemas amorosos o su incapacidad para seguir ignorando el despotismo con el que sus amigas someten a las criadas, especialmente Holly Holbrock, gozan de un tratamiento privilegiado y mayor espacio que las historias de Aibeelen y Minny. Parece como si Kathryn Stockett hubiese pretendido reflejarse en el personaje, expresando a través de la ficción todos sus conflictos y frustraciones personales. Una percepción reforzada al comprobar el escaso papel que desempañan otros personajes femeninos, como Holly Holbrock, Elizabeth Leefolt o la señora Walter. Es más, muchos aspectos de su vida cotidiana los conocemos precisamente a través de los testimonios de sus criadas y no de las señoras, como ocurre con Skeeter.


Al igual que ocurrió en Tomates verdes fritos (Fannie Flag), la discriminación racial acaba por convertirse en un aspecto secundario frente al retrato de la élite. Si bien, Celia Rae Foot proporciona algunas de las escenas más divertidas (y trágicas) de la novela, Kathryn Stockett debería haberle proporcionado a todos sus personajes la misma importancia para conseguir el equilibrio narrativo. Otra opción plausible hubiese sido inclinarse a favor de una sola temática, pues la percepción final de la novela es que pretendía abarcar demasiados aspectos que, aunque relacionados entre sí al desarrollarse en un mismo contexto, se eclipsan mutuamente. En realidad, The help describe los múltiples aspectos negativos que todavía imperan en nuestra sociedad, pues la discriminación sigue presente. Sin embargo, también hay un hueco para hablar de la soledad y la amistad.


En el primer caso, la relación entre Aibeleen y May Mobley, quien cuida de la pequeña enseñándole valores a través de imaginativos juegos para mitigar la influencia de las ideas racistas de su profesora o sustituyendo a una Elizabeth siempre ausente el hogar, pero presente en cualquier acto social que tiene como objeto acabar el desamparo que sufren otros hijos. También la peculiar amistad entre Celia Rae y Minny, cuyas semejanzas las ayudan a superar las diferencias que habrían de mantenerlas separadas como señora y criada, para apoyarse mutuamente en sus problemas y encontrar en la otra la persona que necesitaban para seguir luchando cuando el resto del mundo les ha dado la espalda.


Por otro lado, The help se reduce precisamente a la amistad, pero no la que existe entre Holly y Elizabeth, basada en la conveniencia, sino aquella capaz de ignorar los defectos de la otra persona, sabiendo potenciar lo mejor que exista en ella y permaneciendo a su lado siempre que nos necesita. Recordar lo que Aibileen siempre le decía a May Mobley: “Eres especial, eres inteligente, eres importante”.


The help describe la complejidad de las relaciones sociales dentro de una pequeña comunidad regida por las apariencias y las costumbres que persisten gracias al temor de sus habitantes hacia el cambio, necesario e inevitable. Kathryn Stockett acierta describiendo aquellas historias anónimas que lo hicieron posible y que, aunque no figuran en los libros de historia y sus nombres son desconocidos por la mayoría, consiguieron el mismo efecto que los boicot, las manifestaciones o los discursos públicos encabezados con la frase “I have a dream”. Una novela caracterizada por una prosa sencilla y de lectura ligera que, sin embargo, encierra un mensaje más complejo de lo que aparenta, pues no todo es blanco o negro.

VALORACIÓN: 6,5

LO MEJOR: El personaje de Minny y la peculiar amistad que establece con Celia Rae. La ambientación.

LO PEOR: El excesivo papel que desempeña Skeeter. Los personajes de Aibeelen y Minny pierden protagonismo conforme avanza el relato. Una lectura demasiado edulcorada.

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Sobre la autora: Kathryn Stockett nació y se crió en Jackson, Mississippi. Después de graduarse de la Universidad de Alabama con una licenciatura en Inglés y Escritura Creativa, se mudó a Nueva York donde trabajó como publicista y en diversas revistas durante nueve años. Actualmente vive en Atlanta con su familia.

Hizo su debut en 2009 con su libro The help, traducido como Criadas y señoras, que tardó 5 años en terminar y que fue rechazado por 60 agentes literarios hasta que Susan Ramer accedió a ser su representante. En 2011 fue llevada al cine dirigida por Tate Taylor, ganando numerosos premios, entre ellos el Oscar a la mejor actriz secundaria.

Lantana (Darío Vilas)

Publicada en La web del Terror

Sinopsis: Precuela de la novela de zombis Instinto de Superviviente (2011), donde su autor, Darío Vilas, nos presenta Lantana, una ciudad en crecimiento, un reducto de prosperidad en medio de un país en crisis. Allí conoceremos a Nacho, un islote enclavado en un océano de existencias con las que no consigue empatizar, cuyo vínculo no sabe reconocer. Los contrastes entre Lantana y Nacho los abocaba a cruzarse en el camino. Pero un misterio mucho mayor, unas fuerzas que sobrepasan la ciudad, la inmensidad de su desierto, a Nacho y al resto de sus habitantes, está a punto de desencadenarse y aflorar desde la profundidad insondable de un pozo que los reclama con avidez.



Reseña: En 2011, Darío Vilas irrumpía en el género Z con Instinto de superviviente, sorprendiendo a crítica y lectores con una novela que fue comparada con La carretera  (Cormac McCarthy).  Apenas ha transcurrido un año y el escritor gallego retoma la historia en el capítulo anterior de la trilogía, permitiéndonos conocer el origen del horror.

El escenario escogido en esta ocasión es Lantana, una ciudad también ficticia como Amalgama, que Darío Vilas ya empleó en su relato ¡Chispas! y que evidencia una tendencia cada vez más extendida entre los escritores Z. Si bien la mayoría todavía se inclinan por ambientar sus historias en las capitales y ciudades más representativas (y castigadas por la literatura apocalíptica), con Nueva York como máximo precedente, una minoría apuesta por alejarse de los grandes e impersonales núcleos urbanos e inclinarse por ambientes que permiten destacar a los personajes sobre el resto de elementos de la trama. Entre los ejemplos más significativos destacan El manantial (Alejandro Castroguer) o El jardín impío (Juan Miguel Fernández).


La promesa de un empleo bien remunerado en plena crisis económica y el deseo de escapar de una vida anónima son algunos de los motivos que impulsan a Nacho a trasladarse hasta esta pequeña ciudad que, gracias a la llegada de las grandes empresas, se convierte en un oasis dentro del inmenso desierto que la rodea y aísla del resto del mundo. De hecho, gran parte de la novela no gira alrededor de los extraños fenómenos que comienzan a sucederse en sus calles, sino en retratar la soledad del protagonista y el resto de personajes que intervienen en la trama.

Darío Vilas nos describe, entre la ironía y la reflexión, la realidad de muchas pequeñas ciudades que observan impotentes la pérdida de su identidad ante la llegada del progreso y que se traduce en corrupción urbanística, la llegada de las grandes franquicias de comida rápida u otras maravillas reservadas solo para las urbes más industrializadas.

Es más, podría decirse que el propio autor olvida la historia que pretendía contarnos en un inicio, describiéndonos detalles que, pese a guardar relación con algunos de los acontecimientos narrados, se les concede demasiada importancia en detrimento de otros que nos hubiesen respondido muchas de las incógnitas planteadas en Instinto superviviente. El autor no consigue equilibrar el relato y el argumento paranormal queda relegado a un segundo plano durante la mayor parte de la novela. En consecuencia, cuando pretende retomarlo y concederle el protagonismo que debería haber tenido desde un principio, la historia se encuentra demasiado avanzada y, por tanto, los sucesos se describen de forma muy superficial ante la necesidad de concluirla.


De igual forma, no contribuyen el uso de tópicos sobre explotados o el empleo de metáforas innecesarias (¿tortilla de subsistencias interrumpidas a destiempo?) que dan lugar a incoherencias narrativas si consideramos la excesiva informalidad de los diálogos en contraste con el alto nivel léxico empleado en otros aspectos, como la descripción de las emociones o los lugares.

No obstante, es de agradecer al autor su inventiva al prescindir de una causa científica que explique el origen de la pandemia y opté por un motivo más teológico que da lugar a una interesante reflexión sobre la muerte, así como muchas de las incógnitas que siempre la han rodeado y llevan a preguntarnos que hay después de ella. ¿El cielo? ¿El infierno? ¿El vacío? ¿O la posibilidad de un nuevo comienzo?

En palabras del propio autor: “Una vez leí que la verdad más absoluta se nos revela al morir”. ¿Estás dispuesto a pagar ese precio para conocer la respuesta?


LO MEJOR: El origen de la infección. La crítica social implícita en la trama principal.

LO PEOR: El tratamiento superficial de la historia. El excesivo uso de tópicos. Las incoherencias narrativas y las diferencias de lenguaje.




Sobre el autor: Darío Vilas Couselo. Vigo, 10 de junio de 1979. Escritor, editor y redactor web. Compagina su labor de asesor editorial con la administración de la web www.culturahache.com, realiza críticas, artículos y reseñas para OcioZero.com, CaraB.net y la revista especializada en cine fantástico Scifiworld (número 57).

Ganador del Premio Nosferatu 2010, por su relato Orgullo de padre, y finalista de los certámenes literarios como el I Certamen de relatos de Terror de la editorial Círculo Rojo 2009, Se Busca Escritor (Bubok y Microsoft) o el III Certamen Monstruos de la Razón (OcioZero). También ha publicado textos en varias revistas impresas y digitales, y en libros de relatos como Antología Z Vol.4 y Vol.6 (Dolmen Editorial), Primeras piedras, Su Universo a través, y en tres números de la antología Calabazas en el trastero (Saco de Huesos): Terror Oriental, Peste y Monstruos de Cine. También es co-autor de la obra Imperfecta Simetría (Círculo Rojo 2009), junto con Rafa Rubio.

En mayo de 2011 debutó en solitario con Piezas desequilibradas, libro de relatos publicado por la editorial 23 Escalones, que incluía el cuento Voluntad bajo cero, nominado al Premio Nocte al Mejor Relato Nacional de 2011.

Instinto de Superviviente, su primera novela, resultó finalista como Mejor Libro de Ficción de 2011 en los I Premios SCIFIWORLD, así como en los I Premios Pandemia (blog Infectados), en la categoría de Mejor Novela y Autor de Género Z. Con ella inicia una peculiar saga disfuncional ambientada en tres ciudades ficticias: Amalgama, Lantana y Simetría.

En diciembre de 2012 se publicó Lantana: donde nace el instinto, su segunda novela. 





Doble Lectura os desea felices fiestas


 
Después de esperar largo tiempo, finalmente ha llegado la Navidad y, mientras terminamos con los últimos preparativos para disfrutar de una noche inolvidable, queremos compartir la alegría de estas fechas con nuestra primera felicitación navideña.

Al igual que en otras ocasiones, Doble Lectura os desea que este nuevo capítulo en el libro de vuestra vida se escriba solo con buenos recuerdos y experiencias inolvidables capaces de perdurar en el tiempo y que, al releerlas, sonriáis como en el momento que las vivisteis.

Recordar que todo puede rescribirse e incluso los malos momentos o los finales tristes pueden modificarse si somos capaces de aprender las lecciones que conllevan. Es posible que muchos sintáis un vacío, una página en blanco que todavía estáis a tiempo de completar antes de que finalice el año y no necesitáis más tinta para hacerlo que una sonrisa y una lista de buenos deseos para el próximo año.

 

Por supuesto, no puedo concluir esta entrada sin mencionar a las personas que hacen posible que Doble Lectura sea una realidad. Obviamente, me refiero a vosotros mis fieles lectores, pero también a:
 
-           Melodi Rodriguez Luque, Elvira Reque Loayza, Sofia Bustos Cevallos, Maria Paula Paganella y Cassandra Paparim por insistirme, e incluso acosarme, para que crease este blog y comenzará a escribir de forma pública, lejos de mis diarios y hojas sueltas que luego nadie podía leer.
 
-          Carlos Navas Martínez, fundador y administrador de La Web del Terror, por la oportunidad concedida, cuando ambos sabemos que él solo podría escribir reseñas de igual o mejor calidad. Por fortuna, prefiere el cine a los libros.
 
-          Los miembros de Málaga Escribe, quienes consiguen sacar lo mejor (y lo peor) de mí a través de los comentarios de Facebook y en nuestras tertulias. En especial dos de sus miembros, que no mencionaré por un respeto que ellos no me demuestran (Javi Durán y Ángel Vela, ejem) y me ha obligado a prescindir del chocolate con almendras hasta que me olvidé la famosa anécdota.
 
-          Alejandro Castroguer y Vanessa Benítez Jaime por su amistad, su apoyo y sus consejos. Las primeras firmas están reservadas para vosotros dos.
 
-          Dante Martín, fiel colaborador de la sección Basada en, magnífico critico cinematográfico (aunque no siempre coincidamos en nuestra impresiones) y gran vocalista. Espero poder disfrutar pronto de un directo tuyo y que entre el repertorio se incluya “You know my name” o “Arriving somewhere but not here”.
 
-          Carlos Sisí, Vael Zanón, Javier Quevedo, Antonio Calzado, David Pardo, Gissel Escudero Tony Jiménez, Rafael Ábalos, Javier Cosnava, Emilio J. Bernal, Alberto López, Nacho Bercerril, El Torres y el resto de escritores que durante este año me han hecho disfrutar con sus historias y, todavía más importante, saber encajar los puntos negativos de mis reseñas (aunque todavía espero un tirón de orejas de alguno). Lamento no mencionaros a todos, pero mi escasa memoria no me permite recordaros a todos como me gustaría.
 
-     Las editoriales colaboradoras: Dolmen, Kiwi, La factoría de Ideas y Tyrannosaurus Books. gracias por creen en mi proyecto y apoyarlo desde el primer momento.
 
En resumen, ¡Feliz Navidad a todos y cada uno de vosotros!    



Para Sara Horcas López
Sinopsis: Emma y Dexter se conocen la noche del 15 de julio de 1988, durante su fiesta de graduación en la Universidad. Tienen 20 años, acaban de licenciarse y el futuro parece ofrecerles todas las posibilidades que brinda el mundo a los jóvenes. Su entendimiento es inmediato y sin embargo las diferencias entre ellos son numerosas. Dexter es de familia acomodada, despreocupado y aficionado a las fiestas y a las relaciones de una sola noche. Pero se siente atraído por el idealismo de Emma, una chica de clase trabajadora, amante de la literatura y de sutil inteligencia. Sin embargo, aquel mismo verano, Dexter se marcha a recorrer Europa durante un año, mientras Emma debe quedarse en Edimburgo. A lo largo de veinte años, veremos cómo evoluciona esta historia de amor, sus separaciones y altibajos, pero también reencuentros y alegrías.

Reseña: “No quiero que pienses que me importa algo lo de anoche, no quiero tu teléfono ni cartas, ni postales, no quiero casarme contigo, pase lo que pase mañana habremos tenido hoy, y si volvemos a encontrarnos alguna vez en el futuro pues ¡muy bien, seremos amigos!”


La rutina provoca que nuestros días transcurran en una lenta letanía, sin grandes diferencias entre ellos que los convierten en una larga sucesión de jornadas exactamente iguales a la anterior. Apenas veinticuatro horas, insuficientes para el actual ritmo de ritmo y de las que intentamos obtener el máximo provecho, aunque no siempre lo consigamos y nos vayamos a la cama con la sensación de que podríamos haber hecho mucho más. Sin embargo, ocurre que determinados acontecimientos (o personas) irrumpen en ella para cambiarla por completo. En ocasiones, un día marca la diferencia y, desde entonces, adquiere un significado especial.


Esto es lo que les ocurre a Emma y Dexter, dos personas de personalidades completamente antagonistas que acaban encontrándose y establecen una peculiar relación de amistad capaz de sobrevivir a la distancia y el tiempo. Durante este período, seremos testigos de los cambios que se suceden en sus vidas, de sus decisiones y las consecuencias que implican, de sus éxitos y fracasos, de sus sueños y sus miedos… Al contrario que otras novelas, David Nicholls concibe una historia caracterizada por el realismo de sus personajes, alejándose de los tópicos propios del género y optando por la sencillez y la cercanía para captar al lector.

En este aspecto, resulta significativa la imperfección que caracteriza a los dos protagonistas. Por ejemplo, la falta de confianza de Emma o la incapacidad de Dexter para asumir responsabilidades.

“Emmm escucha, si pudiera hacerte un regalo, un único regalo para toda la vida, ¿sabes lo que te daría? Confianza. Eso o una vela perfumada.”


One Day no nos ofrece la clásica transformación de patito feo a cisne. Desde el principio, observamos las dificultades que ambos deben atravesar en sus respectivas vidas. En el caso de Emma, la incapacidad para ignorar lo que realmente siento por Dexter, la conduce a una serie de relaciones tormentosas en las que se exhibe un comportamiento egoísta, pues las utiliza para olvidar a la persona que realmente quiere y la obsesiona. Por su lado, Dexter tiende a negar la realidad, se muestra incapaz de enfrentarse a los problemas por las facilidades que siempre ha tenido y opta por el alcohol, las drogas o el sexo esporádico para evadirse. No obstante, el lector simpatiza con ambos, en lugar de rechazarlos, pues se siente identificado con sus conflictos. ¿Quién no ha sufrido alguna vez por un amor no correspondido? ¿Quién no se ha sentido frustrado al comprobar que sus esfuerzos no dan resultado y las cosas siguen sin mejorar? ¿Quién no ha sentido la tentación de tirar la toalla?

De esta forma, David Nicholls consigue conectar con el lector al describir una serie de situaciones que todos hemos protagonizado en algún momento. Es más, el autor no hace referencia a una etapa concreta de sus vidas, sino veinte años que abarcan desde sus primeros años como adultos tras abandonar el mundo onírico de la juventud hasta sus obligaciones paternales o el deseo de maternidad frustrado.

Por tanto, el espectro de edad que permite abarcar es mucho más amplio del que tendría otras historias. De igual modo, no omite algunos aspectos que pueden resultar desagradables como enfermedades degenerativas, alcoholismo o adulterio, aunque narrado de forma sutil, sin necesidad de recrearse demasiado en aquellos detalles que pudiesen inducir rechazo. No obstante, la necesidad de edulcorar algunos aspectos o describirlos superficialmente, provoca que la escena más importante de todo el libro se vea reducida a unas pocas líneas, resulta incomprensible que uno de los principales puntos de transición de la novela no merezca mayor espacio y cabe preguntarse si fue elección del autor o la editorial encargada de la publicación.



Si hubiese que recalcar otro aspecto negativo es el constante tira y afloja entre sus dos protagonistas.  La historia está concebida en tres sub-tramas: Emma, Dexter y los dos juntos, siendo precisamente en esta tercera donde el lector experimenta la sensación de que sus personajes han permanecido estáticos y la relación entre ambos no ha evolucionado. Estas escenas son demasiado similares entre sí y la narración tiende a estancarse. Resulta poco convincente (e incoherente) que dos adultos sigan comportándose como adolescentes encaprichados después de tanto tiempo, y más sin consideramos algunas de sus experiencias durante este período.

“Oye, ¿puedes llamarme cuando escuches esto? es que necesito hablar con alguien, no, ¡con alguien no contigo!”


No obstante, David Nicholls realiza una narración mucho más madura y compleja que otros compañeros de su profesión por los aspectos anteriormente recalcados, sin olvidar el inteligente humor inglés que exhibe a lo largo de sus páginas.

“- Mira solo digo que necesitamos reglas.- ¿Reglas?- Sí, no quiero poner en riesgo nuestra amistad, ¿entendido?- Vale, ¿Cómo qué?- Habitaciones separadas, estemos donde estemos no compartimos cama... regla número dos, nada de picar, ¡nada de tomarse unas copas y ponerse juguetón ni conmigo ni con nadie más!- Si yo nunca bebo- ¡Hablo en serio! lo cual me lleva a la regla tres, cláusula de desnudez, no quiero verte en la ducha, ni haciendo pis, ¡ni haciendo pis en la ducha!- Ehh bueno no te prometo nada- ¡Tienes que hacerlo son las reglas! ahh, Por supuesto ¡no bañarse en pelotas!- Muy bien pues ¡regla número cuatro!- ¿Cuál?- Nada de Scrabble.- ¡Me encanta el scrabble!- Precisamente por eso pongo esa regla, ¡aún no estamos muertos!”


De esta forma, consigue suplir parcialmente algunas de las carencias que sus propios personajes exhiben, pero que habrían podido solucionarse por completo si hubiese desarrollado aspectos infravalorados, pese a su importancia en la trama común, frente a otros más anecdóticos.

Para resumir One Day en una única frase, el propio David Nicholls nos la proporciona: “Significa la unión perfecta de los opuestos”. Y es que el amor es un sentimiento tan complejo que veinte años siguen siendo insuficientes para abarcarlo por completo, así como todas sus implicaciones en la vida de quienes sufren por un sentimiento no correspondido durante tanto tiempo y, sin embargo, un único día puede cambiarlo todo, dando por concluida tan larga espera, aunque el final no sea siempre el deseado. “Ella te hacía mejor. Y tú en cambio la hacías feliz.”

LO MEJOR: La complejidad de la historia y la madurez narrativa, atípicos en este género. El realismo de sus personajes. El uso del inteligente humor inglés, especialmente por parte de Emma. Algunos diálogos y frases son dignas de recordar y, posiblemente, acaben convirtiéndose en un referente romántico.

LO PEOR: El estatismo de los protagonistas en las escenas comunes. La inseguridad de Emma puede resultar irritante. La brusquedad de la escena más importante.

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Sobre el autor: Escritor inglés, guionista y actor, saltó al panorama literario tras escribir el guión de Simpático, una comedia que fue llevada al cine en 1999 y que le permitió dedicarse por completo a la escritura, tanto de guiones de cine y televisión como de novela. One day ahora es su novela más aclamada por la crítica y por el público.




Entre Oriente y Occidente, encaja las piezas del secreto de los dos mundos


La Factoría de Ideas publica El rompecabezas de Estambul, la obra que ha marcado el inicio de la exitosa carrera de Laurence O’Bryan. Con ella ganó el premio Outstanding Novel en 2007 y se han vendido sus derechos en diez países.


Una historia que tuvo sus inicios en el portal de Authonomy.com, propiedad de la editorial HarperCollins, que adquirió los derechos de la obra tras el asombroso éxito que tuvo entre los usuarios. Un comienzo curioso para este thriller que nos acerca a Turquía, a las maravillas de un país en el que va a acontecer una carrera contrarreloj para desentrañar un misterio.  Una delicia literaria que nos dejará sin aliento y en la que se aprecia  la gran formación académica de este escritor.

 
Sinopsis: Alek Zegliwski, compañero y amigo de Sean Ryan, ha sido salvajemente decapitado. Han encontrado su cuerpo cerca de la antigua basílica de Hagia Sofía, en Estambul.

Cuando Sean llefa a la ciudad para identificar el cuerpo, le entregan un sobre con fotografías pertenecientes a la investigación de Alek. Nada más salir de la morgue, se salva por los pelos de morir tiroteado... y empieza a sospechar que se ha metido en algo más peligrosos de lo que se imaginaba.

Ayudado por la diplomática británica, Isabel Sharp, Sean comienza a desentrañar el misterio del trabajo de Alek, a la vez que prosigue sus pesquisas para atrapar al asesino.


«Un debut impresionante. Bien escrito, deliciosamente descriptivo, con diálogos inteligentes y un convincente aire de amenaza apocalíptica a lo largo del libro.» 
Publishers Weekly          

«Laurence O’Bryan tiene todas las papeletas para convertirse en el próximo gran autor de referencia delthriller histórico.» 
Goodreads          

«Profesionales con una formación académica deslumbrante como los irlandeses Laurence O’Bryan y Daniel Easterman hacen del placer de leer un buen thrillerhistórico una experiencia doblemente enriquecedora.» 
Libray Journal          

«Una trama vertiginosa… que convierte al lector en cómplice. O’Bryan acaba de irrumpir en el género de ficción, y es obvio que le encanta.» 
The Telegraph     


Sobre el autor: Nació en Dublín. Estudió Literatura Inglesa, Historia, Empresariales en Irlanda e Informática en la Universidad de Óxford. Para costearse su formación en Inglaterra, combinó estudio y trabajo durante años. 

La primera vez que un escrito suyo vio la luz fue cuando tenía diez años, en el periódico escolar; era un relato corto sobre extraterrestres. Treinta y cinco años después, tras formarse en escritura literaria, la editorial Harper Collins le ofreció un contrato para tres novelas. La primera, El rompecabezas de Estambul ganó el primer premio Outstanding Novel de la Conferencia de Escritores del Sur de Califonornia en 2007. O'Bryan acaba de Publicar su segunda obra, El rompecabezas de Jerusalén.